El pingüino papá llega a su casa y lo único que escucha es que su mujer, la mamá pingüino, protesta porque no le alcanza la plata, por el precio del pescado, porque aumentó el cable y porque su hijo es un inútil que se la pasa chateando con pingüinos de otras reservas. Hace años que el pingüino papá escucha los mismos reclamos, hace años que se pregunta qué hizo para ganarse una vida tan miserable.
El pingüino papá se prepara un trago y hace lo imposible para dejar de escuchar los reclamos de su esposa, pero no lo logra. Entonces, vacía el vaso de un trago, va hasta el desván y saca una escopeta. Su mujer, de espaldas mientras prepara filets de merluza a la marinera, recibe en la nuca el disparo que la pasa a mejor vida pingüina. El pingüino hijo, con los oídos y la mente de pájaro puestos en un juego en red, no escucha los pasos de su padre que se acerca sigilosamente y lo usa para decorar de rojo las paredes.
Satisfecho, el pingüino papá se sienta en el sillón, prende el televisor y pone canal 9.
2 comentarios:
uuu que bajón! que mal que papá oingüino no tenga cable!
Che Mario, es cierto, Chuck ya no tiene lugar en mi horizonte,desde hace un tiempo su espacio lo ocupa la revista OH La La. Lamento el fenesimiento de Escafandra y que Dios lo tenga en su Santa gloria. Cuando muere un blog, un niño llora.
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