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jueves, 13 de enero de 2011

Volver al futuro

Hace unos días leí una nota de Mariano Katz en el Radar del P/12. Se titula "Sus hijos lo entenderán", frase extraída de la película que más veces vi en mi vida: "Volver al futuro".
La nota de Katz está motivada por su reestreno hoy jueves 13 de enero de 2011 (esta parte la escribí a las 11:59 y todos los que vimos la película sabemos que los minutos cuentan, que valen oro) a 25 años, un mes y un día de su estreno original en Argentina.
(Por cierto, ya son las 12)
La nota me hizo acordar que hace unos cinco años yo también escribí algo sobre "Volver al futuro".
Una confesión de lo que fue la película para mí, de lo que representa para una etapa de mi vida ese video mil veces visto. Del paso tiempo y de la necesidad de recuperarlo, aún cuando sea imposible.


Volver al futuro

Hace unos días se cumplieron 20 años del estreno de “Volver al futuro”, dirigida por Robert Zemeckis y protagonizada por Michael Fox. Para algunos es sólo una efeméride más dentro de la historia del cine, para otros menos que eso. A mí me recordó el paso del tiempo.
“Volver al futuro” es la película que más veces ví en mi vida. No fueron 5 o 10 ocasiones, tal vez la haya visto unas 80 ó 100 veces o tal vez más, nunca las conté y ahora no podría hacerlo.
Fue en los años 86 y 87. En mi casa había videocasetera, una fiel JVC. Yo vivía en Choele y el cablevisión todavía esquivaba el pueblo. No sé por qué, supongo que alguna crisis energética era la razón, hubo un tiempo en que Canal 10 no transmitía a la siesta y sólo quedaban las viejas películas de ATC para pasar el rato.
En casa teníamos tres o cuatro videos grabados, pero a mis hermanos el que más les gustaba era “Volver al futuro”. Casi todos los días a la hora de la siesta, conectábamos la videocasetera y veíamos a Michel Fox volver a la década del 50 para salvarle la vida al profesor Emmet Brown.
Todo esto con una particularidad. Cuando le grabaron la película a mi papá, lo hicieron en un casete que tenía poca cinta o que ya tenía grabado algo, por lo que nunca se grabó el final de “Volver al futuro”.
Vimos “Volver al futuro” un centenar de veces y nunca nos enteramos cómo terminaba.
Como para muchos, nuestra escena preferida era esa en la que Michael Fox le pegaba al grandote forro, escapaba en patineta y tras la persecución, pasaba sobre el descapotable que chocaba y se llenaba de bosta.
O no, tal vez era en la que nuestro héroe Marty McFly subía al escenario para reemplazar al guitarrista herido y se despachaba con un rocanrol que enloquecía a todos los que estaban en el baile anual.
Cada día la volvíamos a ver y disfrutábamos de esas escenas, pero la película indefectiblemente terminaba cuando Marty llegaba al estacionamiento y veía como los terroristas le disparaban al profesor. Se veía a si mismo escapar en el De Lorean y perderse en el pasado.
Pasaron algunos años hasta que la vimos completa, hasta que nos enteramos que el profesor tenía un chaleco a prueba de balas y que todo terminaba bien, como debía ser. Por fin supimos, aliviados, que el profesor vivía, que la vida de Marty se acomodaba y que Biff Tannen pasaba de matón a pusilánime.
Más tarde llegaron “Volver al futuro 2 y 3”.
Las siguientes no importaron demasiado. La película de mi infancia es la primera; con Michael Fox dándole una lección a los matones del pueblo, convenciendo a su padre para que conquiste a su madre. Volviendo al pasado para cambiar el presente.
Todo sería más fácil con un De Lorean, que a 88 millas por hora entre en la espiral del tiempo, toda sería más fácil si se pudieran cambiar algunas cosas.
A esta altura creo que es improbable que consiga ese auto y marque las coordenadas temporales para corregir el pasado. Pero la próxima vez que alquile “Volver al futuro” voy a apagar la video en el momento en que le disparan al profesor y Marty escapa en el auto, voy a parar la película en el trunco final que vi un centenar de veces. Entonces, de alguna manera, estaré junto a mis hermanos en una calurosa siesta como hace casi 20 años.

viernes, 2 de julio de 2010

sábado, 29 de mayo de 2010

Invencible

“Un hombre que no desea nada es invencible”, uno de los guitarristas de “Érase una vez en México” (el que no es Banderas ni Iglesias).

lunes, 15 de marzo de 2010

Bergmmaaaannnnn!!!!!!

En cualquier momento te avisan que con el ejemplar del domingo de La Nación te viene el DVD de "Las aventuras de Bergman, el súper-héroe de la restauración conservadora". Parece que ya lo comenzaron a grabar.
Hay un capítulo en el que enfrenta a La Dama del Botox, otro más que interesante contra Luis D'Elía que le dispara con choripanes 100 x 100 cerdo y uno muy copado en el que logra escapar de la trampa que le tiende el Pingüino, quien le quiere hacer creer que lo invitaron a la mesa de Mirtha Legrand, pero en realidad en la cabecera está Nacha Guevara con el rodete de Evita.
Cuando le terminen de coser el traje a Cabito, sale "Seis para ¿triunfar?", en el que Bergman se carga a todos los integrantes de 6 7 8.

martes, 9 de marzo de 2010

El secreto...



Para los que no vieron la película de Campanella, esta es la escena más famosa de la película que ganó el Oscar. Está filmada en la cancha de Huracán que, dicen ahora algunos malpensados, pocas veces vio tanta gente... algo que no es cierto, claro.

viernes, 7 de agosto de 2009

Sacate la mierda (una pequeña mirada sobre "Slumdog Millionaire")

Hace poco vi Slumdog millionarie. Me gustó una parte en la que Jamal, el protagonista, es apenas un niño y con su hermano le cobran el uso del baño a sus vecinos.
Uno de ellos llega con ganas de despedir a un amigo del interior, por decirlo de una manera elegante, pero Jamal está ocupando ese roñoso cubículo, agachado sobre el pozo de la inmundicia.
Su hermano lo apura, pero Jamal no se hace cargo. El cliente frustrado le da un correctivo a Salim y se lleva su apuro a otra parte.
A Salim le brilla la malicia cuando el cielo se llena con el sonido del helicóptero que lleva a Amitabh Bachchan, el ídolo popular hindú, una cruza de Palito Ortega con los superagentes Tiburón, Delfín y Mojarrita. Un semidios que baja a la tierra de los desheredados.
En venganza porque Jamal no le cedió la letrina, le traba la puerta para que no pueda ver a Amitabh Bachchan.
Jamal empuja desesperado. Busca otra salida hasta que se da cuenta de que lo único que puede hacer es dejarse caer sobre la mierda.
Mira la foto de su ídolo, se convence de que tiene que hacerlo, se tapa la nariz, estira la mano con la imagen de Amitabh Bachchan y se deja caer por el pozo hacia el pantano de mierda de los pobres.
Jamal emerge como de un bautismo con la foto indemne. Corre todo enmierdado, gritando el nombre de su objeto de deseo.
La gente rodea al actor. Los agentes de seguridad los separan. Jamal empieza a ganar lugar a fuerza de olor, es como un Moisés de mierda que separa las aguas del mar Rojo.
Levanta la vista y lo tiene ahí, a nada, ofrece la foto y pide un autógrafo. Amitabh Bachchan se toma a si mismo en papel, firma y devuelve la foto. Jamal mira sin poder creerlo, alza el puño y eleva su conquista al cielo.

Moraleja: para conseguir lo que querés a veces tenés que hundirte en la mierda.

jueves, 4 de junio de 2009

David Carradine: la fábula del perro y el saltamontes

David Carradine no es un espíritu benéfico o prolijo y cuenta cosas raras y no se arrepiente de nada. Cosas muy raras, como lo que recuerda Carradine en una entrevista para el mensuario Uncut:

“Me acuerdo de una mañana en la que había estado comiendo peyote con los indios. Fue durante una filmación de Kung Fu. Y terminamos pronto y volví a casa y no había nadie allí y, supongo, fue entonces cuando el cactus me pegó de verdad. Así que yo caminaba por las habitaciones, hice varias llamadas telefónicas y, mientras pasaba de cuarto a cuarto, me iba sacando la ropa hasta que quedé desnudo. Y así salí a la calle. Y era un barrio residencial, con esas casas con jardines. Yo entraba y salía desnudo de las casas y apagaba todos los artefactos eléctricos que estaban encendidos. Televisores, radios, heladeras. Y me imagino que debe haber sido raro para mis vecinos: estar almorzando y contemplar cómo, de pronto, entraba Caine desnudo en sus casas y apagaba la licuadora o algo así.
Cuando me cansé de eso, decidí volver a casa atravesando un bosque. Pero, claro, estaba desnudo: no tenía llaves para entrar. Así que seguí hasta la casa de un amigo. No había nadie pero las puertas que daban al jardín estaban abiertas; así que me metí en el living y había un cuadro en un caballete. Me puse a retocarlo un rato. Cuando me aburrí, puse otra vez rumbo a casa. Seguía sin poder entrar, así que rompí una ventana de una pequeña cabaña que había por ahí y me metí adentro y, claro, era una ventanita. Así que me corté todo el cuerpo. Salí de allí y retorné a casa todo ensangrentado y rompí una puerta y entré y me senté a tocar el piano. Lo dejé todo cubierto de sangre. Después me subí a mi Ferrari y, desnudo, me fui a dar una vuelta hasta que me desmayé por la pérdida de sangre.
Así me encontraron. Me llevaron al hospital. Me vino a buscar una amiga y me hospedó en su casa. Esa noche me levanté todavía en órbita y salí a mear al jardín. Desnudo, por supuesto. Estaba en eso cuando apareció el perro de mi amiga y agarró mi sexo con sus dientes y lo metió amorosamente en su boca. Era un perro grande. Y no me mordió. Estuvimos así un largo rato. Después le di un puñetazo en la cabeza. Pero nos hicimos grandes amigos. Y cuando digo grandes amigos quiero decir que fuimos amigos verdaderamente grandes. En serio”.

Extracto del suplemento Radar.

lunes, 19 de enero de 2009

La última noche del hermano de Rosario Tijeras

Rosario Tijeras (una cruza hermosa entre Angelina Jolie y Jessica Alba) está en la cama acariciando el cadáver nuevito de su hermano.
Dolida de muerte.
Antonio - tal vez el único que la quiere rescatar de su mundo de violencia– entra a la habitación.
Ella le dice que se van a rumbear.
“No está bien irse sin hacer lo que a uno le gusta aunque sea por última vez” y salen a recorrer las calles de Medellín en un descapotable y en varias motos. Con un grabador grande, tipo Bronx, y botellas que se vacían rápido con la velocidad de las balas que cruzan el cielo.
El cadáver en el descapotable, la música fuerte, el dolor al mango.
La ciudad condenada.
Van a un boliche.
¿El muerto habrá pagado entrada?
Le dan de beber.
Una nudista le ofrece sus carnes y le pone el corpiño de anteojera.
Y todos bailan.
Y todos beben.
Y de a poco se empiezan a ir y en un momento Rosario va al baño y le pide a Antonio que cuide a su hermano y entonces él, completamente borracho, le confiesa que está perdidamente enamorado de su hermana y el tipo sigue ahí, duro, esperando que termine su última noche antes de la noche eterna.

domingo, 19 de octubre de 2008

Día de la Madre

“Si existe el infierno, debe estar tapizado de hijos”.

“Esperando la carroza”, de Alejandro Doria.

jueves, 9 de octubre de 2008

Separados al morir

Un cuervo.
Un murciélago.
28 años.
Ambos.
Actores.
Ambos.
Promesas.
Ambos.
Uno muere cuando faltan algunas escenas para terminar el film.
El otro cuando la película estaba en postproducción.
Brandon Lee.
Heath Ledger.
Las sonrisas de la muerte.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Chuck Norris conducción

Tengo que reconocer, si ya no lo he hecho, que no suelo leer poemas, pero de casualidad encontré uno muy interesante.
Se trata de un poema que recuerda al viejo y querido y odiado Chuck Norris. Ese tipo que yo iba a ver al cine Río Negro en Choele Choel. Cine de resortes salidos, de chicles volando, de putas, borrachos y gente con cara de prontuario. Cine en el que pedías pizza y por servilleta te daban un pedazo de cartón. Cine en el que nadie iba al baño, se meaba la parra del patio.
En ese cine vi, por ejemplo, "Invasión USA". Una de las tantas películas en las que Chuck hacía que te dieran ganas de ser norteamericano y tener una bazzoka para volar japorusosfilivietnachinos por los aires.
Ese Chuck volvió por un momento cuando en el blog de Juan Terranova (a quien debo agradecerle que haya linkeado la entrevista a Kalamicoy) encontré una parte del poema "A Chuck Norris yo lo seguiría hasta el fin del mundo" y el pasaje sin escalas para llegar a "El volquete".

Si McCain
no fuera un republicano blando
ablandado por la negritud de Obama
si McCain no necesitara tomarse un whisky
un puro scotch de macho de las salvajes praderas de Mississipi
antes de salir a cabecear flashes y a recordarnos lo mucho
que todos confiamos en Dios
a mí no me quedan dudas de que Chuck
sería su vicepresidente

Para leerlo completo, métanse a "El volquete".
Posteado algún día en Escafandra.

viernes, 14 de marzo de 2008

Scarface IV

“A cada perro le llega su día”.

Tony Montana dixit, antes de empezar a escalar la montaña de drogas/poder/negocios desde la que se desbarrancaría (cargándose a varios, por supuesto).

miércoles, 5 de marzo de 2008

Sexo y dolor


“El dolor es el afrodisíaco más poderoso de la naturaleza”

La frase podría ser de Chuck Palahniuk, pero en realidad pertenece a la tonta y entretenida película “Los Rompebodas”, con Owen Wilson, Vince Vaughn y el gran Christopher Walken.
Contrariado por un amor, John Beckwith (Owen Wilson) visita a su gurú (Will Ferell), quien escribió las reglas para colarse en las bodas y conquistar chicas excitadas con el matrimonio.
El maestro de la seducción le dice que el tiempo de las bodas ya pasó, qua ahora se dedica a los funerales por eso que ya leyeron arriba.

jueves, 21 de febrero de 2008

Malditos trenes


La película es “3:10 to Yuma”. El ¿bueno?: Christian Bale; el ¿malo?: Russell Crowe.
Resulta que CB tiene un campo y le va para atrás, para sacar unos manguetes tiene que llevar a RC (peligroso ladrón) a tomar un tren que lo traslade a una ciudad como la gente en la que lo juzguen y lo cuelguen.
Sobrevive a mil ataques, hasta un pueblo entero le dispara, pero el sufrido CB aguanta y llega hasta la caseta de la Estación de Trenes.
Advierte (en medio de los tiros) que son las 3:15 y le pregunta al encargado del lugar “dónde está el tren de las 3:10”. El tipo le dice que viene con retraso. “¿A qué hora llega?”, insiste el hombre-murciélago. “Llega cuando llega”, responde el servicial trabajador.
Recién entonces interviene Gladiador RC y dispara: “Malditos trenes, nunca puedes confiar en ellos”.

Nos miramos con Walter antes de largar las carcajadas. Estamos viendo la película en el vagón-cine del Tren Patagónico que une Viedma con Bariloche.
La formación salió con 8 horas de retraso, hizo 2 kilómetros y paró (la primera de varias detenciones) dos horas. En lugar de tardar 16 horas llegamos en 27. El regreso fue más corto, apenas 24 horas.
Volviendo a la frase de RC, ¿nadie ve las películas que pasan en el tren? Es como poner “Whisky Romeo Zulú” en un viaje en avión.

lunes, 28 de enero de 2008

La prueba del auto


En la película “Una historia del Bronx”, Chazz Palminteri interpreta a un mafioso llamado Sonny que entabla una relación de amistad/padrinazgo con un adolescente (C).
Mientras maneja marcha atrás -con gran habilidad- un Cadillac descapotable, Sonny le explica a C que sólo se presentan tres grandes mujeres en la vida de un hombre (las suyas llegaron todas juntas a los 16 años).
El Rey del Barrio le dice a C que para saber si la chica con la que saldrá esa noche es una de ellas, tiene que hacerle la prueba del auto.
El examen de Sonny es el siguiente (a ver cómo les va a ustedes): Cuando la vas a buscar, antes de que salga, trabás las puertas del auto con seguro. Cuando sale, caminás junto a ella y le abrís la puerta del acompañante. Cerrás. Das la vuelta por detrás del vehículo y mirás a través del vidrio, si no se agacha a levantar el seguro de tu puerta, olvidate de ella, no es una de las tres grandes mujeres que te esperan, sólo es una egoísta, un témpano de hielo.

lunes, 21 de enero de 2008

Qué bonita vecindad...


Recién termino de ver la película.
No se la voy a recomendar a nadie, pero ver juntas a Penélope Cruz y Salma Hayek no está nada mal.
Igual lo que me llamó la atención de "Bandidas" es que el personaje de uno de los directores de los bancos asaltados lo interpreta Edgar Vivar.
¿Todavía no lo sacás? Nada más y nada menos que el Señor Barriga (que hace unos días se hizo un by pass gástrico).
Dicen que ya están pensando en la segunda parte y, para abaratar costos, los papeles de Penélope y de Salma los van a hacer la Chilindrina y Doña Florinda.

(Pensé en poner una foto de Edgar Vivar, pero... ¿no hubiera sido un desperdicio?)

viernes, 28 de diciembre de 2007

Scarface II


“Consíguete un pasaje en primera clase a la resurrección”.

Tony Montana cumpliendo el sueño de ametrallar gente.