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miércoles, 1 de diciembre de 2010

Indio

Como sabrán, ayer el Indio Solari tuvo una larga charla con Mario Pergolini y se presentaron tres de los temas de su último disco "El perfume de la tempestad".
Kirchneristas y anti-K podrán hacer una mejor o más berreta edición para tratar de apropiarse de parte de sus seguidores.
Allá ellos.
A esta altura uno debe hacerse cargo y saber qué lee, por qué lo hace y, en el mejor de los casos, detrás de quiénes (o abajo, arriba o al costado) están los que escriben. O no, y puede seguir como antes.
Si querés podés leer algo en la Rolling, si tenés más tiempo escuchar la entrevista completa.
Los temas ya están youtube, acá van.



martes, 22 de septiembre de 2009

Clarín secuestraba goles, los ricotitos de redonda secuestran cirujanos...

Al menos eso es lo que leí en Opádromo, donde postearon una nota imperdible publicada en El Tribuno, en la que entre otras cosas dicen: "El cirujano Santos Gómez Álzaga volvía a Salta después de unos largos meses. Hasta hace poco se desvelaba en la guardia del Hospital San Bernardo, pero ayer se desveló toda la noche en una pesadilla 'ricotera' de 22 horas."

jueves, 15 de enero de 2009

A toda velocidad / Oh mami! (1979)

Mami! Tomamos Gamexane para ver qué nota da...
Papi! Tomamos aeronafta para ver qué nota da...
Investigamos todo a toda velocidad...

lunes, 7 de julio de 2008

Ser parte de la historia

El sábado volví de un día de mierda en el trabajo, casi doce horas luchando contra la máquina.
Caipirinha en mano, puse la tele para completar la estupidización.
Estaba Bebe “Mandibulín” Contepomi (uno de los apellidos peor armados) presentando “el pogo más grande del mundo”.
Agotado, miraba (envidiaba) al Indio y a sus Fundamentalistas mientras hacían delirar a los que tuvieron la suerte de ir a verlo y escucharlo a Tandil.
Me parece, tal vez sólo sea otra idea obvia, que es indispensable ir aunque sea una vez en la vida a un recital del Indio o haber ido a alguno de los Redondos.
No para entender (ni siquiera sé si es necesario o si se puede entender), pero sí para ser parte de un cachito de la Historia del rock, de esa Historia grande.
Nada más.

martes, 15 de abril de 2008

En el chiquero del rock, Porco (es) Rex.

(Nota publicada en el blog Escafandra)

Aunque usted no lo crea, Escafandra fue el único medio escrito de la región que tuvo un enviado especial en el recital del Indio Solari... y encima se acuerda de algunas cosas.

En el chiquero del rock, Porco (es) Rex.
En el fangal de una escena mediocre, el Indio es un tipo capaz de robarle el gorro el diablo.
Al menos eso es lo que creen sus fanáticos, los 40.000 que se dejaron robar el alma en una difusa noche cordobesa, entre ellos, el que hoy escribe esta nota.
El público que copó el sábado a la noche el anfiteatro de Jesús María se asemejó en parte a la hinchada de Racing. Una banda de una fidelidad inexpugnable que le canta al pasado (la grandeza académica = la mística ricotera), que sabe de alegrías esporádicas (triunfos esquivos = recitales insuficientes), que encuentra en ese terreno un motivo para seguir adelante porque el que está en la cancha/escenario vive/es por él y se infla cuando sus gargantas se rajan cantando, y ese aliento legitima una pasión que puede no tener razón de ser, pero quién les va a hablar de racionalidad cuando la piel estalla.
La comunión se celebró apenas el Indio asomó su magnética voz para decirle al mundo ricotero lo que ya sabía: que de golpe ya no importaba el tiempo de espera, que se habían vuelto a encontrar y que, está bien, no estaban los Redondos detrás, pero contaba con Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado para aclimatar la noche.
Arrancó confesando que “Pedía temas en la radio”, siguió con “Ramas desnudas” y completó el podio saboreando “Martinis y Tafiroles”.
Después de agradecer la presencia de todos (“para un productor independiente esto es muy importante”), anunció “una que sepamos todos”. El anfiteatro se deshizo con “La hija del fletero” y después con “Tarea fina”.
La pantalla regalaba animaciones poco atractivas, con un fondo de pirotecnia de segunda en un mar de trapos de mil batallas.
El Indio siguió repasando canciones de su último trabajo con “Bebamos de las copas lindas”, “Tatuaje”, “Porco Rex”, “Por qué será que no me quiere Dios”.
En diálogo bastante fluido con el público, ironizó que iba a hacer algunas de las canciones que habían motivado los kilométricos viajes hasta tierras cordobesas.
Así, en distintos momentos, se robaron la emoción “Angel para tu soledad” y “Me matan Limón”. Esas canciones ahorraron las lágrimas de la petisa de Avellaneda que antes del recital decía que si no hacía temas de los Redondos iba a volver a su casa llorando.
Las lágrimas que sí deben haber soltado los dos mendocinos drogados y borrachos que mientras esperaban el colectivo, que borrara los 50 kilómetros que separan Córdoba capital de la tierra de la Doma y el Folklore, confesaban que no iban a soportar estoicos si sonaba “Pabellón Séptimo” (El Tesoro de los inocentes – Bingo Fuel).
Después de ese crudo relato carcelario, el Rex de la noche anunció que estábamos en “el momento tumbero” y relató el devenir del “Pibe de los astilleros”, aquel que “fue unos meses a Caseros”.
No me pidan que recuerde con exactitud el orden de los temas, supongo que se subvirtió en el pogo de la masa ricotera. Apenas si alcanzaba a ver que sobre el escenario el Hombre estaba acompañado de dos guitarras eléctricas, una acústica, bajo, teclado, batería, saxo y trompeta.
El disco nuevo seguía rodando y cada tanto se colaban los viejitos: “Nueva Roma”, “Ella debe estar tan linda”, “El infierno está encantador esta noche”.
En uno de los cortes, volvió con “Nike es la cultura”, pero la que le revolearon apostaría que fue una Topper roñosa. El Indio paró a la banda y despotricó contra la costumbre de tirarle cosas a los cantantes y, más aún, contra la puntería de esos francotiradores.
Podría contarles cómo sonó la banda, pero la verdad es que no soy crítico de rock. Apenas me alcanza para decir que las guitarras de a ratos podían rajar el cielo nublado y que el saxo te podía hacer levitar sobre ese pasto pisado por caballos que se mueren potros sin galopar.
Decenas de banderas hablaban de la presencia del conurbano bonaerense y de los seguidores de distintos puntos del país. Los mismos que lo escucharon anunciar “nos vemos en Tandil el 5 de junio (¿o dijo julio?)”.
El líder de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado se fue con un trío potente. Anunció que un “gripazo” lo tenía a mal traer y convidó a cantar “Juguetes perdidas”, dejó que la banda se luciera con “Flight 956” y ofreció al público la elección del tema que iba a cerrar el recital. No se escucharon protestas cuando la mayoría repitió como un mantra la perversa risa de “Ji, ji, ji” para ensayar el que alguna vez fuera denominado “el pogo más grande del mundo”.
Eso fue to-to-todo amigos.
Apenas quedó tiempo para que desde el cole de vuelta a la capital mediterránea saludáramos a dos chabones que peinaban líneas en el techo de un Ford Taunus.
Apenas si quedaron fuerzas para que, todos los que atestábamos el micro roñoso, saltáramos cuando llegando al peaje una de las chicas dijo que el que iba de acompañante en el BMW azul oscuro era el mismo pelado que habíamos visto en el escenario, ese que bajó la ventanilla para saludar y se perdió a toda velocidad en la imborrable noche.

lunes, 4 de febrero de 2008

Dios y el Indio

Como lo dice el perfil que me vi ¿obligado? a completar me gusta la música pirata, pero no puedo negar que tengo algunos discos originales (bah, al menos legales).
El último es “Porco Rex”, me lo regaló mi novia Alejandra el sábado. Antes me había comprado (una Navidad de hace tiempo) “El tesoro de los inocentes” y alguna vez "Traje" de Pequeña Orquesta Reincidentes.
En “Flight 956”, el Indio Solari canta “Dios no está en los detalles de hoy!”.
Si mal no recuerdo en varias canciones de sus discos solistas y en las que grabó con los Redondos aparece ese señor llamado Dios por buena parte de la humanidad.
Yo me acuerdo de “Dr. Saturno” (Momo Sampler) en el que suelta una idea genial: “Dios es todo (no puede progresar)”. No le pidan más al tipito, ya no tiene nada que ofrecer.
Es muy buena.
Ya me pondré a repasar todas las frases acerca de Dios fraseadas por el Indio.
Pero necesitaré algo de tiempo.