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miércoles, 30 de septiembre de 2009

Un antihéroe en tiempos de insanía

Si vas a leer esto, no te preocupes.
Al cabo de un par de páginas ya no querrás estar aquí. Así que olvídalo. Aléjate. Lárgate mientras sigas entero.
Sálvate.
Seguro que hay algo mejor en la televisión. O, ya que tienes tanto tiempo libre, a lo mejor puedes hacer un cursillo nocturno. . Hazte médico. Puedes hacer algo útil con tu vida. Llévate a ti mismo a cenar. Tíñete el pelo.
No te vas a volver más joven. Al principio lo que se cuenta aquí te va a cabrear. Luego se volverá cada vez peor.

Comienzo de "Asfixia", novela de Chuck Palahniuk.

jueves, 20 de agosto de 2009

Cromañón

En “Rant, la vida de un asesino”, Chuck Palahniuk le hace decir a uno de sus personajes (Green Taylor Simms): “No quiero ser demasiado moralista, pero a veces la muerte de una sola persona puede justificar la muerte de una cultura entera”.

La muerte de 194 pibes, la muerte de 11 de sus padres, tanto dolor, ¿significarán la muerte de una cultura? ¿Esas muertes cambiaron o cambiarán algo? O como ayer nos dijo Eduardo Fabregat, entrevistado en “Con Dios y con el Diablo”, “Cromañón no es pasado, Cromañón sigue sucediendo”.

martes, 1 de julio de 2008

"Tripas", Chuck Palahniuk (un escatológico cuento de la puta madre)


Tomen aire.
Tomen tanto aire como puedan. Esta historia debería durar el tiempo que logren retener el aliento, y después un poco más. Así que escuchen tan rápido como les sea posible.
Cuando tenía trece años, un amigo mío escuchó hablar del “pegging”. Esto es cuando a un tipo le meten un pito por el culo. Si se estimula la próstata lo suficientemente fuerte, el rumor dice que se logran explosivos orgasmos sin manos. A esa edad, este amigo es un pequeño maníaco sexual. Siempre está buscando una manera mejor de estar al palo. Se va a comprar una zanahoria y un poco de jalea para llevar a cabo una pequeña investigación personal. Después se imagina cómo se va a ver la situación en la caja del supermercado, la zanahoria solitaria y la jalea moviéndose sobre la cinta de goma. Todos los empleados en fila, observando. Todos viendo la gran noche que ha planeado.
Entonces mi amigo compra leche y huevos y azúcar y una zanahoria, todos los ingredientes para una tarta de zanahorias. Y vaselina.
Como si se fuera a casa a meterse una tarta de zanahorias por el culo.
En casa, talla la zanahoria hasta convertirla en una contundente herramienta. La unta con grasa y se la mete en el culo. Entonces, nada. Ningún orgasmo. Nada pasa, salvo que duele.
Entonces la madre del chico grita que es hora de la cena. Le dice que baje inmediatamente.
El se saca la zanahoria y entierra esa cosa resbaladiza y mugrienta entre la ropa sucia debajo de su cama.
Después de la cena va a buscar la zanahoria, pero ya no está allí. Mientras cenaba, su madre juntó toda la ropa sucia para lavarla. Era imposible que su madre no encontrara la zanahoria, cuidadosamente tallada con un cuchillo de su cocina, todavía brillante de lubricante y apestosa.
Mi amigo espera meses bajo una nube oscura, esperando que sus padres lo confronten. Y nunca lo hacen. Nunca. Incluso ahora, que ha crecido, esa zanahoria invisible cuelga sobre cada cena de Navidad, cada fiesta de cumpleaños. Cada búsqueda de huevos de Pascua con sus hijos, los nietos de sus padres, esa zanahoria fantasma se cierne sobre ellos. Ese algo demasiado espantoso para ser nombrado.

El resto es muy largo para ponerlo en el blog, pero lo podés terminar de leer acá.

viernes, 21 de diciembre de 2007

Niños ricos que tiene aburrimiento


Hace unas semanas, varias agencias de noticias informaron acerca de la nueva moda de los millonarios europeos: empresarios, políticos, consortes, pagan unos 10 mil dólares por pasar la noche en Moscú como mendigos, prostitutas, recolectores de residuos o choferes.
Estas experiencias ya habían sido abordadas por la literatura. Tal vez hayan aparecido en otros libros, pero yo recién lo leí en la novela “Fantasmas” de Chuck Palahniuk (2005).
“Fantasmas” narra la historia de una colonia de escritores. La propuesta es “abandona tu vida durante 3 meses. Desaparece. Deja atrás todo lo que te impide crear esa obra maestra. Deja a tu familia, y tu trabajo y tu casa. Todas las obligaciones. Vive con gente creativa como tú. Alojamiento y comida gratis para aquellos que consigan ser seleccionados”.
La estructura del libro alterna cuentos (precedidos de poemas) con la historia de los desquiciados que pretenden convertirse en escritores en ese reality-decadente-literario, en esa especie de Gran Hermano, con tipos y tipas encerrados que quieren ser Palahniuk.
En el libro hay un cuento escrito por La Dama Vagabunda llamado “Vacaciones en el arroyo” que relata justamente la historia de un grupo de ricos que busca nuevas experiencias viviendo como vagabundos.
Copiar todo el cuento era demasiado trabajo, pero saqué algunas de sus frases:

“Los don nadie son los nuevos famosos”.
“Los lugares públicos son la nueva intimidad”.
“El olor es el nuevo símbolo del antiestatus”.
“La pobreza es la nueva nobleza”.
“Estar ausente es la nueva forma de estar presente”.

“La alta sociedad fue la primera gente sin hogar, dice Inki. Puede que tengamos una docena de casas, cada una en una ciudad distinta, pero vivimos con una maleta y lo puesto”.

“Inki dice que nada lo ayuda a uno a disfrutar de su bidet tanto como pasarse unas horas meando en las calles. Tú deja de bañarte hasta que apeste y una simple ducha caliente te resultará tan agradable como un viaje a Sonoma para darte un enema desintoxicante de barro”.

“Estas son sus vacaciones de ser Packer y Muffy Keyes, el presidente de una compañía textil y la heredera de una tabacalera. Su pequeño fin de semana de retiro de la red de cobertura social”.

“Por las noches se abrazan debajo de un puente, o bien sobre un cartón extendido sobre una boca de alcantarilla cálida y humeante, y él le mete las manos por debajo de la ropa de ella y la lleva al orgasmo mientras a su lado van pasando desconocidos, los dos nunca han estado tan enamorados.
Pero Inki tiene razón. Esto no puede durar para siempre…”.

Y en efecto, no dura para siempre, pero para saber cómo sigue la historia van a tener que leer “Fantasmas” de Chuck Palahniuk.