Hace unas semanas, varias agencias de noticias informaron acerca de la nueva moda de los millonarios europeos: empresarios, políticos, consortes, pagan unos 10 mil dólares por pasar la noche en Moscú como mendigos, prostitutas, recolectores de residuos o choferes.
Estas experiencias ya habían sido abordadas por la literatura. Tal vez hayan aparecido en otros libros, pero yo recién lo leí en la novela “Fantasmas” de Chuck Palahniuk (2005).
“Fantasmas” narra la historia de una colonia de escritores. La propuesta es “abandona tu vida durante 3 meses. Desaparece. Deja atrás todo lo que te impide crear esa obra maestra. Deja a tu familia, y tu trabajo y tu casa. Todas las obligaciones. Vive con gente creativa como tú. Alojamiento y comida gratis para aquellos que consigan ser seleccionados”.
La estructura del libro alterna cuentos (precedidos de poemas) con la historia de los desquiciados que pretenden convertirse en escritores en ese reality-decadente-literario, en esa especie de Gran Hermano, con tipos y tipas encerrados que quieren ser Palahniuk.
En el libro hay un cuento escrito por La Dama Vagabunda llamado “Vacaciones en el arroyo” que relata justamente la historia de un grupo de ricos que busca nuevas experiencias viviendo como vagabundos.
Copiar todo el cuento era demasiado trabajo, pero saqué algunas de sus frases:
“Los don nadie son los nuevos famosos”.
“Los lugares públicos son la nueva intimidad”.
“El olor es el nuevo símbolo del antiestatus”.
“La pobreza es la nueva nobleza”.
“Estar ausente es la nueva forma de estar presente”.
“La alta sociedad fue la primera gente sin hogar, dice Inki. Puede que tengamos una docena de casas, cada una en una ciudad distinta, pero vivimos con una maleta y lo puesto”.
“Inki dice que nada lo ayuda a uno a disfrutar de su bidet tanto como pasarse unas horas meando en las calles. Tú deja de bañarte hasta que apeste y una simple ducha caliente te resultará tan agradable como un viaje a Sonoma para darte un enema desintoxicante de barro”.
“Estas son sus vacaciones de ser Packer y Muffy Keyes, el presidente de una compañía textil y la heredera de una tabacalera. Su pequeño fin de semana de retiro de la red de cobertura social”.
Estas experiencias ya habían sido abordadas por la literatura. Tal vez hayan aparecido en otros libros, pero yo recién lo leí en la novela “Fantasmas” de Chuck Palahniuk (2005).
“Fantasmas” narra la historia de una colonia de escritores. La propuesta es “abandona tu vida durante 3 meses. Desaparece. Deja atrás todo lo que te impide crear esa obra maestra. Deja a tu familia, y tu trabajo y tu casa. Todas las obligaciones. Vive con gente creativa como tú. Alojamiento y comida gratis para aquellos que consigan ser seleccionados”.
La estructura del libro alterna cuentos (precedidos de poemas) con la historia de los desquiciados que pretenden convertirse en escritores en ese reality-decadente-literario, en esa especie de Gran Hermano, con tipos y tipas encerrados que quieren ser Palahniuk.
En el libro hay un cuento escrito por La Dama Vagabunda llamado “Vacaciones en el arroyo” que relata justamente la historia de un grupo de ricos que busca nuevas experiencias viviendo como vagabundos.
Copiar todo el cuento era demasiado trabajo, pero saqué algunas de sus frases:
“Los don nadie son los nuevos famosos”.
“Los lugares públicos son la nueva intimidad”.
“El olor es el nuevo símbolo del antiestatus”.
“La pobreza es la nueva nobleza”.
“Estar ausente es la nueva forma de estar presente”.
“La alta sociedad fue la primera gente sin hogar, dice Inki. Puede que tengamos una docena de casas, cada una en una ciudad distinta, pero vivimos con una maleta y lo puesto”.
“Inki dice que nada lo ayuda a uno a disfrutar de su bidet tanto como pasarse unas horas meando en las calles. Tú deja de bañarte hasta que apeste y una simple ducha caliente te resultará tan agradable como un viaje a Sonoma para darte un enema desintoxicante de barro”.
“Estas son sus vacaciones de ser Packer y Muffy Keyes, el presidente de una compañía textil y la heredera de una tabacalera. Su pequeño fin de semana de retiro de la red de cobertura social”.
“Por las noches se abrazan debajo de un puente, o bien sobre un cartón extendido sobre una boca de alcantarilla cálida y humeante, y él le mete las manos por debajo de la ropa de ella y la lleva al orgasmo mientras a su lado van pasando desconocidos, los dos nunca han estado tan enamorados.
Pero Inki tiene razón. Esto no puede durar para siempre…”.
Y en efecto, no dura para siempre, pero para saber cómo sigue la historia van a tener que leer “Fantasmas” de Chuck Palahniuk.
1 comentario:
Gracias por seguir apostando al arte, a la comunicacion, a expresarte sin medias tintas. Gracias por compartirlo con nosotros. Gracias por tu interes real y por dejarnos entrar en tu mundo intelectual. MC.
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