
La muerte de 194 pibes, la muerte de 11 de sus padres, tanto dolor, ¿significarán la muerte de una cultura? ¿Esas muertes cambiaron o cambiarán algo? O como ayer nos dijo Eduardo Fabregat, entrevistado en “Con Dios y con el Diablo”, “Cromañón no es pasado, Cromañón sigue sucediendo”.
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