lunes, 18 de enero de 2010

De asesinos frustrados, sacerdotes perdidos y masajeadores de carne

Ali Agca, el turco que intentó asesinar a Juan Pablo II quedó en libertad después de permanecer encerrado durante 28 años.
Luego de retirarse del penal donde se hallaba alojado, fue trasladado a una oficina militar para un examen médico y decidir si es apto para el servicio militar.
No, en serio, esto es verdad. 28 años en cana y encima lo más probable es que le toque el servicio militar.
Lo bien que le hubiera venido hacerlo antes, ¿no?... por ahí hubiera tenido más puntería cuando le disparó al Papa.

Un sacerdote argentino que estaba en una orden franciscana en Haití fue reportado como desaparecido por su familia, ya que no han tenido contactos con él desde antes del terremoto.
Lo último que supieron fue que encontraron la sotana del religioso al lado de unas cáscaras de papa y un paquete de orégano vacío.
Bueno en realidad esto es una exageración, pero yo no descartaría que la desaparición del cura argentino en Haití, haya sido responsabilidad del titular de la Sociedad Rural de ese país.
En serio, parece que hace unos meses el Hugo Biolcatti haitiano dijo que por culpa del gobierno les iba a faltar carne y que la tendrían que importar y bueno…que mejor que la carne argentina.

Un hombre recibió una condena de diez años de prisión por robar carne de un supermercado. Cuando fue atrapado dijo que sólo estaba "masajeándola".
De verdad, esto pasó en Estados Unidos.
Luego de cinco horas de deliberación, el tribunal condenó a 10 años de prisión efectiva a Mark Zachary, de 51 años.
Si le dieron 10 años por masajear un churrasco, si lo enganchaban metiéndole un tarascón le daban perpetua.

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