Un grupo de detectives encubiertos de Estados Unidos, descubrió una plantación de marihuana en un baldío. Retiraron las plantas y decidieron dejar -más en broma que otra cosa- una tarjeta que decía "gracias por las plantas. Si las querés de vuelta, llamá para ponernos de acuerdo en el precio".
Obediente, el dueño de las plantitas llamó, pensó que negociaba el rescate de María y fue detenido.
Con los cual se puede agregar un nuevo efecto a los ya conocidos por el consumo de marihuana… empelotudece bastante.
Un joven inglés de 21 años fue arrestado y posteriormente expulsado de por vida de un parque público después de que la policía lo encontrara con sus pantalones y ropa interior bajos e intentando tener sexo… con un árbol.
Si esto te suena raro. Te voy a leer lo que escribió un periodista de un diario británico tras el arresto: “El hombre, identificado como William Shaw, fue detenido antes de que pudiera damnificar a la planta”.
Es bastante, ¿no? Un flaco con los lienzos por los tobillos tratando de tener sexo con el tronco de un árbol, al que podía llegar a lastimar. Chiche Gelblung no te hace un programa con esto, te hace una miniserie.
Un gran banco brasileño deberá indemnizar con 5.900 euros a un cliente que acabó en ropa interior en los controles de entrada a una sucursal de Río de Janeiro. Pese a haber retirado sus objetos metálicos y ser revisado personalmente, sólo pudo ingresar tras bajarse los pantalones.
Qué diferencia con la Argentina, ¿no? Acá también nos han dejado en pelotas, pero la indemnización se la llevaron ellos.
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