"Lo que no es exagerado no vive. El delirio libera. La realidad, el sexo, el amor (que no es lo mismo) y la vida sólo pueden expresarse en literatura mediante tensiones máximas. El realismo delirante es el único instrumento que permite que a la realidad la expresemos toda junta".
El peor asesino serial de mujeres es el hijo de puta que no las mira.
Los santos son siempre culpables; sobre todo si son inocentes.
¿Puede un mediocre volverse genio? Sí: mediante la fe y el realismo delirante.
“Gracias Chanchúbelo”, Alberto Laiseca.
1 comentario:
Adhiero fervientemente a este extremo ..
Un borde sin derroche alguno...
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