Un pingüino está tomando una chocolatada helada en un bar del centro, los clientes lo miran como suele mirarse a un pingüino que está tomando una chocolatada helada en un bar del centro. El mozo se pregunta cuál será la propina que deja habitualmente un pingüino, pero lo distrae una persona que entra al bar gritando.
La atención de todos se centra en el recién llegado que, emocionado, anuncia que alguien amenaza con tirarse desde el techo del edificio de departamentos de la esquina. Los clientes desaparecen en cuestión de segundos. El mozo larga la bandeja y, haciendo caso omiso a los llamados del patrón, se suma a la carrera.
El pingüino sorbe ruidosamente el fondo de su chocolatada, se para, saca una moneda de 50 centavos y pone una canción en la fonola.
PD: Acá tienen que poner play y escuchar “El rosario en el muro”, de Los Visitantes en Caliente.
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