miércoles, 13 de agosto de 2008

Palermo según Juan Villoro

Por virtud (Riquelme), es el último de los sedentarios. Palermo lo es por déficit. Fallar dos penales en un juego es mala suerte. Fallar dos penales, pedir la pelota para tirar un tercero y volver a errar es literatura. Fue lo que el trágico Martín logró en la Copa América ante Colombia. Su altura depende de reconvertir tanta torpeza en motivos para ganar.

3 comentarios:

Roma dijo...

es q tengo menos futbol q la ParaTi!!!

:S

Pancho Rodríguez dijo...

Y volver después de una lesión que te dan por retirado y convertirle un gol sobre la hora a River, un gol mal hecho, un gol agónico, un gol de puntín, un gol que no es gol, que se va afuera, un gol que es un décimo más que uno en contra (que nunca nunca se deben gritar, por no alterar el sueño de la suerte), es el final que nunca, por descabellado, escribiremos.

DiegoS dijo...

Muy bueno Pancho, el flaco, sin proponerselo, eso es lo llamativo, está lleno de poesía.