domingo, 13 de marzo de 2011

La cronista roja

Así se titula el especial que el suplemento Radar del Página 12 le dedicó a Martha Ferro, cronista de Policiales del diario Crónica, entre otros medios. Una mina que pasó de buscar a Kerouac a volver a la Argentina para hacer la revolución.
Tituladora ingeniosa, periodista de calle, personaje canyengue, retratada en esta serie de notas.
Martha Ferro seguramente hubiera encontrado un buen título para su despedida. Un título tan ingenioso como sus inicios en el periodismo:

ESA COSA TERRIBLE QUE ES LA POLICIA

“El tema policial me empezó a interesar porque cuando yo era pendeja la quiniela era clandestina y mi vieja levantaba quiniela. Ese alerta permanente que había en la casa –tener la puerta bien cerrada, mirar antes de abrir– ya a los cinco años me hizo pensar en esa cosa terrible que es la policía, tipos que, porque mi vieja levantaba quiniela y sacaba dos mangos, la podían mandar en cana. Así que ese juego de gato y ratón me gustaba. Escribí mi primera crónica policial contra el almacenero del barrio. El tipo siempre te afanaba unos gramos de cualquier cosa que compraras, así que escribí una denuncia, hice unas copias y las repartí por el barrio. Esa fue mi primera empresa periodística. Por supuesto, mi vieja me cagó a palos porque el tipo le fiaba. Entonces aprendí lo que después vi que pasaba en las empresas: el almacenero era el publicista de la olla de mi casa.”

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