jueves, 24 de enero de 2008

La carretera de Dios


Cuando hubo clareado lo suficiente observó el valle con los prismáticos. Todo palideciendo hasta sumirse en tinieblas. La suave ceniza barriendo el asfalto en remolinos dispersos. Examinó lo que podía ver. Segmentos de carretera entre los árboles muertos allá abajo. Buscando algo que tuviera color. Algún movimiento. Bajó los prismáticos y se quitó la mascarilla de algodón que cubría su cara y se frotó la nariz con el dorso de la muñeca y luego miró otra vez. Se quedó allí sentado con los gemelos en las manos, viendo cómo la cenicienta luz del día cuajaba sobre el terreno. Sólo sabía que el niño era su garantía. Y dijo: Si él no es la palabra Dios Dios no ha hablado nunca.

“La Carretera”, de Cormac McCarthy (Pág. 10)

2 comentarios:

C.E dijo...

¡Cuánto ansío leer este libro y más lamento lo caro que está!

Conjuro dijo...

El libro está muy bueno; como bien lamentás, el precio, no.
Tampoco está buena la encuadernación, no lo había terminado y se estaba empezando a desarmar.
Es un consuelo pedorro, pero voy a seguir subiendo algunas cosas de "La Carretera".