martes, 22 de enero de 2008

La argentinidad al palo (sigo leyendo)


Hubiera debido mantenerme callado, pero el alcohol suelta la lengua y anuda el entendimiento (…). Jamás en mi vida escuché un silencio tan profundo como el que siguió a mis palabras; el efecto del alcohol se fue de golpe, como si el silencio estuviera hecho de agua fría. ¿Cómo explicarles que había sido el cognac, no yo; cómo decirles que era un argentino y que estaba geográficamente destinado a hablar de más?
Pablo De Santis, “El enigma de París”. Pág. 65-66

- Esta noche hablaremos en el salón. El tema de hoy será el enigma. Estaremos todos: detectives y asistentes, aunque los asistentes, por supuesto, tienen prohibida la palabra. Conozco a los argentinos, así que me veo obligado a aconsejarle: vaya ensayando su silencio.
Pablo De Santis, “El enigma de París”. Pág. 74

(…)
- ¿Pero cómo sabe usted eso, si todavía no informé de su desaparición?
- Estamos al tanto de todo lo que ocurre en la Exposición- respondí, feliz de que alguien, en medio de una confusión, me considerara útil y oportuno.
- Su acento y su soberbia me parecen familiares- dijo el doctor Nazar en perfecto español-. ¿Usted es argentino? Yo también.
Pablo De Santis, “El enigma de París”. Pág. 185

4 comentarios:

Anónimo dijo...

por algo Argentina es el pais con más psicoanalistas...

che, qué severo con los errores de ortografía! pero bue, alguien nos tiene que poner límites.

Conjuro dijo...

Es verdad... y encima no se consigue turno.
En cuanto a lo de los errores, fue un pedido del Ministerio de Educación. Si logró que no superen la media, me consiguen una semana gratis en el hotel de los K en El Calafate.

Opadromo dijo...

Dónde esta de Santis ahora?, recuerdo cuando colaboraba con Rolling Stone. Claro, no pasé de Filosofía y Letras.

Conjuro dijo...

¿Estará en París?
Igual, modestamente, si fuera De Santis tampoco estaría en ese catálogo de publicidades en que se convirtió Rolling Stone. Revista cuyas mejores notas son las del fallecido H. S. Thompson (de la década del `70) y alguna que otra crónica.