“Lo hermoso del boxeo es que retrata (como ningún otro deporte) la condición humana: Es el único deporte donde golpear, herir o asesinar es razón y forma. El árbitro sólo interviene para evitar que los rivales dejen de pegarse. En la mayoría de los deportes lastimar o morir está prohibido. Si rompes un hueso o te revientas a 326 k/h contra un muro se habla de falta o accidente (en el primer caso se sanciona, en el segundo se investiga). El boxeo es soberbio, no permite esa clase de digresiones. El público no exige anotaciones o velocidad sino sangre (el reglamento antes que límite es una coartada). En el ring la rabia impone su ley. El entrenador tiene una clara filosofía, dice a su pupilo: ¡MATA A ESE PERRO!”
Extracto de “El aprendiz de foca (un breve Manual de ejercicios y reflexiones para pasar en minutos de supercretino a hombre interesante)”, forma parte del libro “Técnicas de masturbación entre Batman y Robin” de
Efraim Medina Reyes.
El epitafio del libro es “Nadie que me haya conocido puede decir que no le decepcioné”.
1 comentario:
Impresionante! será por eso que no me gusta...
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