(Nota publicada en el blog Escafandra)
Aunque usted no lo crea, Escafandra fue el único medio escrito de la región que tuvo un enviado especial en el recital del Indio Solari... y encima se acuerda de algunas cosas.
En el chiquero del rock, Porco (es) Rex.
En el fangal de una escena mediocre, el Indio es un tipo capaz de robarle el gorro el diablo.
Al menos eso es lo que creen sus fanáticos, los 40.000 que se dejaron robar el alma en una difusa noche cordobesa, entre ellos, el que hoy escribe esta nota.
El público que copó el sábado a la noche el anfiteatro de Jesús María se asemejó en parte a la hinchada de Racing. Una banda de una fidelidad inexpugnable que le canta al pasado (la grandeza académica = la mística ricotera), que sabe de alegrías esporádicas (triunfos esquivos = recitales insuficientes), que encuentra en ese terreno un motivo para seguir adelante porque el que está en la cancha/escenario vive/es por él y se infla cuando sus gargantas se rajan cantando, y ese aliento legitima una pasión que puede no tener razón de ser, pero quién les va a hablar de racionalidad cuando la piel estalla.
La comunión se celebró apenas el Indio asomó su magnética voz para decirle al mundo ricotero lo que ya sabía: que de golpe ya no importaba el tiempo de espera, que se habían vuelto a encontrar y que, está bien, no estaban los Redondos detrás, pero contaba con Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado para aclimatar la noche.
Arrancó confesando que “Pedía temas en la radio”, siguió con “Ramas desnudas” y completó el podio saboreando “Martinis y Tafiroles”.
Después de agradecer la presencia de todos (“para un productor independiente esto es muy importante”), anunció “una que sepamos todos”. El anfiteatro se deshizo con “La hija del fletero” y después con “Tarea fina”.
La pantalla regalaba animaciones poco atractivas, con un fondo de pirotecnia de segunda en un mar de trapos de mil batallas.
El Indio siguió repasando canciones de su último trabajo con “Bebamos de las copas lindas”, “Tatuaje”, “Porco Rex”, “Por qué será que no me quiere Dios”.
En diálogo bastante fluido con el público, ironizó que iba a hacer algunas de las canciones que habían motivado los kilométricos viajes hasta tierras cordobesas.
Así, en distintos momentos, se robaron la emoción “Angel para tu soledad” y “Me matan Limón”. Esas canciones ahorraron las lágrimas de la petisa de Avellaneda que antes del recital decía que si no hacía temas de los Redondos iba a volver a su casa llorando.
Las lágrimas que sí deben haber soltado los dos mendocinos drogados y borrachos que mientras esperaban el colectivo, que borrara los 50 kilómetros que separan Córdoba capital de la tierra de la Doma y el Folklore, confesaban que no iban a soportar estoicos si sonaba “Pabellón Séptimo” (El Tesoro de los inocentes – Bingo Fuel).
Después de ese crudo relato carcelario, el Rex de la noche anunció que estábamos en “el momento tumbero” y relató el devenir del “Pibe de los astilleros”, aquel que “fue unos meses a Caseros”.
No me pidan que recuerde con exactitud el orden de los temas, supongo que se subvirtió en el pogo de la masa ricotera. Apenas si alcanzaba a ver que sobre el escenario el Hombre estaba acompañado de dos guitarras eléctricas, una acústica, bajo, teclado, batería, saxo y trompeta.
El disco nuevo seguía rodando y cada tanto se colaban los viejitos: “Nueva Roma”, “Ella debe estar tan linda”, “El infierno está encantador esta noche”.
En uno de los cortes, volvió con “Nike es la cultura”, pero la que le revolearon apostaría que fue una Topper roñosa. El Indio paró a la banda y despotricó contra la costumbre de tirarle cosas a los cantantes y, más aún, contra la puntería de esos francotiradores.
Podría contarles cómo sonó la banda, pero la verdad es que no soy crítico de rock. Apenas me alcanza para decir que las guitarras de a ratos podían rajar el cielo nublado y que el saxo te podía hacer levitar sobre ese pasto pisado por caballos que se mueren potros sin galopar.
Decenas de banderas hablaban de la presencia del conurbano bonaerense y de los seguidores de distintos puntos del país. Los mismos que lo escucharon anunciar “nos vemos en Tandil el 5 de junio (¿o dijo julio?)”.
El líder de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado se fue con un trío potente. Anunció que un “gripazo” lo tenía a mal traer y convidó a cantar “Juguetes perdidas”, dejó que la banda se luciera con “Flight 956” y ofreció al público la elección del tema que iba a cerrar el recital. No se escucharon protestas cuando la mayoría repitió como un mantra la perversa risa de “Ji, ji, ji” para ensayar el que alguna vez fuera denominado “el pogo más grande del mundo”.
Eso fue to-to-todo amigos.
Apenas quedó tiempo para que desde el cole de vuelta a la capital mediterránea saludáramos a dos chabones que peinaban líneas en el techo de un Ford Taunus.
Apenas si quedaron fuerzas para que, todos los que atestábamos el micro roñoso, saltáramos cuando llegando al peaje una de las chicas dijo que el que iba de acompañante en el BMW azul oscuro era el mismo pelado que habíamos visto en el escenario, ese que bajó la ventanilla para saludar y se perdió a toda velocidad en la imborrable noche.
4 comentarios:
Gracias por el comentario, eché un vistazo a lo tuyo y me parece que voy a pasar más seguido, está bueno.
Abrazo.
Jorge
Hola Mario, caí de casualidad al blog y me quede leyendo. Me gusto mucho, te quiero felicitar. El sueño de Bowie y Iggy esta buenisimo, tambien me lei esta de los Redondos, muy buena!! Me gusta tu narracion.
Dejame contarte lo que yo hago, trabajo en una revista que se hace colectivamente con usuarios de blogs, flogs e plataformas de música y vídeos. Se llama .gpb y se distribuye gratuitamente en distintos barrios de Buenos Aires, Argentina. En cada número proponemos un concepto para que la gente envíe material, por supuesto que luego sale publicado con autoría y link hacia el espacio web del participante, ya que buscamos lograr un feedback constante entre Internet y Papel. Para el próximo número elegimos METROPOLIS. Ya son cientos los Bloggers que participaron y nos mandan material. Lo bueno es que cualquiera puede hacerlo. Es la primer revista wiki de América del sur. Puedes pasarte una vuelta si quieres por el blog….sos mas que invitado.
Pablo.
.gpb (Revista Colectiva)
www.guiapocketblog.blogspot.com
qué bueno que alguien se puede acordar de algo después de ver al indio y escribirlo, así los que no fuimos, disfrutamos de sus comentarios.
Saludos!
Excelente crónica.
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