martes, 30 de agosto de 2011
¿La señora de los velorios?
lunes, 29 de agosto de 2011
“Tenemos que pasar a un periodismo de la resistencia”
"El crimen organizado golpea dos veces: en el mundo de los hechos y en el mundo de los medios; tiene claramente una estrategia de propaganda que les permite expandir su terror a través de la representación de ese terror. Esto hace que los medios sean una caja de resonancia de las actividades del crimen organizado. No se trata de algo privativo de México; son las formas de operación del terror contemporáneas que pueden llevar a dos reacciones extremas, ambas muy perniciosas. Por un lado, la banalización, que nos acostumbremos a vivir con el horror. En Ciudad Juárez hay niños que juegan con los casquillos de las balas y buscan en los cadáveres algunas reliquias que les parecen interesantes. Ya han normalizado una forma de vida entre cadáveres y esto es gravísimo. La otra reacción extrema es la paranoia más absoluta que te impide salir de casa y te paraliza. El periodismo responsable debe dosificar las cuotas de violencia y es lo que estamos discutiendo ahora: cómo hacerlo. Nadie tiene un manual para suprimir la violencia, porque no se trata de censurar los hechos sino que lo ideal es crear un contexto y una explicación. El mayor desafío del periodismo es convertirse en una captación de sentido porque la realidad ocurre de manera impulsiva, arbitraria, barroca y contradictoria. No le pide permiso a nadie, no tiene por qué ser lógica. De hecho, el mundo no lo es. Ante un mundo que se resiste a ser razonado o a tener sentido, el periodismo puede crear unidades de sentidos”.
Nota completa a Juan Villoro en Página 12.
De punta a punta: “La vida nueva”, de Orhan Pamuk
Un día leí un libro y toda mi vida cambió. Ya desde las primeras páginas sentí de tal manera la fuerza del libro que creí que mi cuerpo se distanciaba de la mesa y la silla en la que estaba sentado. Per, a pesar de tener la sensación de que mi cuerpo se alejaba de mí, era como si más que nunca estuviera ante la mesa y en la silla con todo mi cuerpo y todo lo que era mío y el influjo del libro no sólo se mostrara en mi espíritu, sino también en todo lo que me hacía ser yo. Era aquel un influjo tan poderoso que creí que de las páginas del libro emanaba una luz que se reflejaba en mi cara: una luz brillantísima que al mismo tiempo cegaba mi mente y la hacía refulgir.
Pág. 11
Los afortunados que vivieran ese momento incomparable, después de que el accidente estallara con un estruendo increíble, saldrían de entre los supervivientes de los asientos de atrás. En cuanto a mí, sentado en la primera fila observando deslumbrado la luz de los camiones que se aproximaban, entre asombrado y temeroso, tal y como había observado la increíble luz que brotaba del libro, pasaría de inmediato a un nuevo mundo.
Comprendí que aquel era el final de toda mi vida. Pero yo quería volver a casa, no quería en absoluto pasar a una vida nueva, morir.
domingo, 28 de agosto de 2011
"Prevención de genocidios"
“Buenos y malos” por Santiago O’Donnell.
jueves, 25 de agosto de 2011
martes, 23 de agosto de 2011
¿Dónde están los poetas?
Están subiéndose a la lengua de la cobra
contemplando desde arriba las ondulaciones
del camino y más allá las montañas
nevadas y más allá un cactus
hidratándose a 40º grados y más allá
un águila estampada en una campera de cuero
están parados
haciendo cola en un bar de ensaladas
masajeándose los hombros en la espera
haciendo sonidos guturales mientras miran
el brócoli y dos o tres porotos perdidos
sobre una bandeja de plástico
están pensando en las formas morbosas que las luces
dibujan en las caras de los chicos que sirven
a una morocha con pecas un careta albino
le ve la cara de un ñu después de haber
saltado un barranco, incluso se anima
a decirle “cuidado, que en el fondo del río
te está esperando un cocodrilo”, y la fila
explota en carcajadas, un viejo cónsul
del estilo se cansa y con su báculo
rompe las luces dicroicas, llama a un mozo
y abanicando en su cara el jovial instrumento
le dice “cuidado, que en el fondo del Nilo
te está esperando este tío”
Alfredo Jaramillo en Revista Cítrica, clickeá y leelo completo o hacé lo que quieras.